El viernes pasado superé un reto.
Me daba miedo no ser capaz de conseguirlo, pero el resultado fue satisfactorio, excelente, diría yo.
El viernes pasado...
FUI AL CINE YO SOLO
Hala, ya está. Ya lo he dicho.
Nunca había tenido claro si la gente que iba sola al cine me inspiraba indulgencia o, por el contrario, algo de admiración y un poco de envidia, así que decidí probarlo y salir de dudas.
Elijo una sesión golfa (con perdón) y llego con tiempo, sobre las 23.15.
Compro mi entrada (ya sabéis:
-"Una entrada"
-"¿Sólo una?
-"SÍ, SÓLO UNA!"
-"Vale, vale, no te pongas así. Aquí tienes, son mil euros"
-"Joder, cómo se ha puesto esto del cine. Gracias, joven"),
Después me compro un Chai Latte (aunque no lo necesito, lo puedo dejar cuando quiera, en serio), en el Starbucks de al lado del cine y la Rolling Stone (hey, I'm cool!) en el Vips más próximo.
Hago tiempo disfrutando mi té y mi revista en la terraza del Starbucks aún un poco mosca... ¿me mira la gente porque estoy solo? ¿esos dos están cuchicheando? ¿me señalan y se ríen? ¿voy a tener que abrir La Caja De Las Galletas? no, falsa alarma; se ríen de uno que hace el mongolo dos mesas más allá. Me tranquilizo y guardo las garras de adamantium.
A una hora prudencial me dirijo al cine con dignidad y la cabeza muy alta.
Bueno, no, en realidad voy caminando deprisa y sólo me falta cubrirme la cabeza con una capucha, como si fuera un delincuente.
En la cola para entrar a la sala somos unas diez personas de lo más variopinto; un matrimonio de mediana edad les da la turra a tres jóvenes australianos (con los que, por cierto, compartía terraza sólo un rato antes), dos parejas de poppies hablan de grupos de música que no había oído mencionar en mi vida (sospecho que se los van inventando sobre la marcha) y un grupo de dos chicas y un chico con cara de dormido que están justo detrás de mí hablan en lo que identifico como portugués.
Una de los dos chicas, una brasileña bajita, morena y guapa que habla con suavidad, me pregunta si la película es muy larga. Le respondo que la peli es más larga que la infancia de Heidi, lo que nos conduce a una agradable e intrascendente conversación sobre el libro en el que está basada. Charlamos mientras sus acompañantes nos miran con cierta indiferencia.
Después, ya en la sala, cuando la luz se apaga, disfruto de la sensación de no estar pendiente de nada ni de nadie más que de la película y de mí, toda una deliciosa novedad.
Salgo del cine como a las tres de la mañana, pero me voy con una mezcla de relax, satisfacción y triunfo que me dejan una sonrisa tontorrona en los labios.
Con ese sabor dulzón (y la sonrisa tontorrona), me voy a casa y duermo como un bendito.
Ahora que he comprobado por mí mismo que a los que vamos al cine solos no nos marcan con una letra escarlata en la espalda ni nos queman en una pira por asociales, repetiré sin duda.
bien, bien. Apunta los dos siguientes pasos. Primero, conseguir que la brasileña no se vaya sin un roneo -aunque sea por deporte- y el segundo, y mucho más chusco, es el de congelar los filetes de pollo de manera individual en vez de toda la bandeja.
ResponderEliminarNo hacer macarrones como para comer diez días es otro de los grandes logros a poner como meta.
ResponderEliminarBsos desde la cárcel! XD
M(GB)
Canalla: Me lo apunto, pero en mi descargo déjame que te diga que:
ResponderEliminarPrimero, la brasileña iba con sus amigos y yo al cine voy a ver pelis, no a ronear.
Segundo: Filetes de pollo? pero quién te crees que soy, Arzak? si aún estoy en la etapa de cenar nachos con queso! desde que empezó mi nueva vida creo que no me he sentado a cenar decentemente ni una sola vez, no me apetece nada preparar cena.
Anónimo: Remítase a la respuesta anterior. Macarrones ya son un reto en sí mismos como para estimar si estoy haciendo muchos o pocos... ayyyns, qué poco me comprendéis :D .
Jo, yo tampoco he ido nunca sola al cine. Soy capaz de ir a cualquier sitio sola, excepto al cine; y lo de comer sola en un restaurante tampoco me hace ni pizca de gracia. Menos mal que ahora, con lo del pirateo y tal, ya apenas voy al cine... veo las pelis en casa, sola o en compañía de otros, tan ricamente. Pero después de leerte, igual hasta pruebo...
ResponderEliminarLo mejor, mejor, mejor de ir sólo al cine es que no tienes que compartir las palomitas ni la pechicola (soy de esos, sí, y lo grito bien altoooo). En fin, que no hay mal que por bien no venga (nunca entendí este refran..dudo incluso que me lo hayan enseñeado bien).
ResponderEliminarir al cine solo, comer solo...retos? joder, esto será terapéutico para ti macho, pero me estás dejando la autoestima hecha polvo, que lo sepas.
ResponderEliminar¡Ay, el placer solitario...! Cinéfilo, quiero decir. Hijo mío, ¿cómo has podido privarte durante toda tu vida del gozo supremo de escoger película, sala, sesión y asiento sin tener que negociar ni consensuar nada?? Si hago un cómputo creo que he visto más pelis sola que acompañada...¿Y qué me dices de quedarte inmóvil durante todos los créditos finales PORQUE TE DA LA GANA sin que nadie te mire reprobatoriamente de pie en el asiento de al lado con el abrigo ya puesto y la bufanda enrollada? Ains, sólo te deseo que llegues a disfrutarlo la mitad que yo y ya será mucho :-p
ResponderEliminarUy lo que ha dicho la reina..ay que la liamos parda..La próxima te vas tu solita al cine, darling. A ver quién te cambia de butaca cuando se coloque delante la del pelo cardado. A ver a quién le cuentas la filmografía completa del director (¿previo empolle wikipediano?). A ver con quien repasas los mejores momentos del "flim" tomando una cañita al salir del cine. A ver quien te hace arrumacos en la oscuridad de la sala. Vamos, vamos, lo que hay que oir :P
ResponderEliminarCanalla: Joer, ten en cuenta que esto es nuevo para mí y que tú, de hecho, me sirves de motivación!
ResponderEliminarDe2en2: Sísísísísí, más razón que un santo, tienes, mis palomitas y mi pechicola son míasss, mi tesssorooo... otro punto a favor, gracias por sacarlo a colación!
Reina: Y que lo digas, sin prisas, sin agobios... ya te digo que me encantó la experiencia! (aunque, ejem, quizás no deberías ser tan entusiasta al respecto porque veo en mi bola de cristal el trailer de una sesión de cine tensa, sin arrumacos, y sin biografía del director, próximamente en sus pantallas...)
mmmmmmmmm.... starbuks
ResponderEliminaragotxi, qué Homérico (por Homer Simpson, claro, no por Homero) te ha quedado eso! es lo que pasa con Starbucks, o lo amas o lo odias...
ResponderEliminarEl truco está en elegir bien la película.
ResponderEliminarNo hagas como yo, que a la semana de romper fui a ver sola Moulin Rouge pensando que, total, era un musical, no habría ni dios y podría regodearme en mi recién adquirida indepencia...WRONNNGGG! Sala llena, ¡con millones de parejitas hormonales! A los cinco minutos de ver a Ewan McGregor babearse de amor por Nicole Kidman y prometerla amor eterno me quería cortar las venas con el filo del paquete de palomitas, sacarme los ojos con la pajita o arrojarme por las escaleras, jajaja.
No, ahora en serio, coincido con "La reina de la miel" en que no hay como ir solo al cine, incluso estando en pareja. Por algo los libros no se leen de a dos, ¿no? Así que disfruta tu etapa cinéfila.
Me encanta leerte, sigues teniendo ese humor que me gusta tanto.
Besitos, I.
Descartadas los dramas y las comedias románticas, ambas tan placenteras como calzarte un rallador de queso, me inclinaría por las de acción. De hecho es un periodo idóneo para las películas testoestorónicas por el doble placer de pensar que nadie ha torcido el morro por elegir la película y que no hay contrapartida la semana que viene con Leonardo Dicaprio. El punto negativo puede ser que se produzca una instantánea mental en la que te pilles solo, en la oscuridad de un cine, frente a frente con los músculos aceitosos de 300.
ResponderEliminarPuede ser perturbador, no te digo que no.
Inma: Jajajajaja! la experiencia es un grado, dicen... desde luego el tuyo es un excelente ejemplo gráfico que me ayuda a descartar pelis de amor, pajaritos y violines y, en general, cine no apto para diabéticos.
ResponderEliminarBuen argumento el de los libros, me ha gustado.
Me encanta que te encante, de verdad. Gracias por pasarte a verme!
Besos.
Canalla: Por eso que tan sabiamente comentas, mi querido amigo, y como bien dice Inma, hay que elegir cuidadosamente.
La imagen Músculos-Aceitosos-300 vs Banshee-solo-en-cine me ha resultado cuasi traumática; si pretendías alejarme del cine de acción, buen trabajo.
En mi experiencia del viernes pasado opté por un thriller (Millenium I: Los hombres que blablabla.) y creo que la elección me satisfizo bastante.
No te creas que no he pensado que, a una peli de acción (pongamos por caso Terminator: Salvation) el que va en pareja puede que haya pactado y, en cualquier caso, sus instintos queden un poco atenuados, pero al que vaya a ver semejante cosa en solitario, yo mismo le tiro la primera piedra por pedazo de friki y flipado peligroso.
Esos son los que luego se encierran en campanarios con un rifle y un pack de doce cervezas o se van a jugar a los bolos a Columbine.
No es que a uno no le apetezca, no nos engañemos, pero joer, hay que guardar las formas.
Un abrazo enorme!
yo vi trescientos on my own. Ahora, a la evidente tendencia homosexual que subyace, gracias a ti le sumo un perfil de psicópata de instituto americano
ResponderEliminarDe hecho, el recuerdo de la carne de cordero tumefacta del Kebab que me comí en el cine me parece pecaminoso
¡Penitenciatite! ¡Penitenciatite!
No puedo dejar pasar, aunque sea una entrada del día 4, comentar algo.
ResponderEliminarSí, "Terminator Salvation" es perfecta para verla solo y cultivar un instinto primario, sólo para uno mismo. Es un acto privado ver pelis de este talante, así como las de ciencia ficción que suelo ver. Quiero creérmelo solo, oír los phasers o las explosiones de plasma, regodeándome y sin tener que mirar de reojo por si me paso en mis muestras de entusiasmo.
El cine solo mola, y lo que piensen los demás usuarios me resulta tan lejano como aquella galaxia far, far away.
PD: No hay campanarios cerca de casa.
Timeshock: Nada más lejos de mi intención que herir tus frágiles sentimientos, en mi caso fue "Los hombres que no amaban a las mujeres", ya sabes, peli de moda, thriller, basada en novela de éxito... creo que estaba bien para empezar. Déjame deslizarme despacio por la pendiente del cinéfilo solitario hasta descubrir mis más bajos instintos, quién sabe qué acabaré viendo o en qué campanario me encerraré (no hace falta que esté cerca de casa, sé conducir :P)... os mantendré informados!
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