¿Por qué cuando nos pasa algo intenso en la vida nos da por escuchar más canciones de lo habitual?
¿Y por qué todas esas canciones parecen incluir claros mensajes indudablemente dirigidos única y exclusivamente a nosotros con el fin de ilustrarnos y/u orientarnos?
¿Qué extraña y poderosa mano se esconde tras semejante confabulación cósmica?
Y no me refiero a canciones ultra-ambiguas como las de Héroes del Silencio, con las que te puedes sentir identificado tanto si se te rompe el coche como si suspendes un examen, no, me refiero a canciones con letras claras y concisas.
Que si
Bang! Bang! my baby shot me down
por aquí, que si
And I remember all the things we once shared
por allá, que ponemos la radio y sale Bono cantando With or without you a voz en grito, que ahora nos ponemos el MP3 y la primera frase que sale de los auriculares es
we'll both end up with just your song to say goodbye
(gracias, Brian Molko, por cantarme A song to say goodbye) ...
Presiento que si enciendo la tele y pongo un canal al azar estarán poniendo Love Actually, a pesar de que estemos en junio.
Pero no nos desviemos de la música. Como ejemplo ilustrativo os diré que hace no mucho me aficioné a un grupo de Birmingham que se llaman Editors y cuyos dos discos he escuchado hasta la saciedad en estos meses.
Sólo un par de ejemplos de que, de forma evidente, Tom Smith me está hablando a MÍ y sólo a MÍ:
Well be careful angel this life is just too long, all sparks will burn out in the end...
If something has to change, then it always does, you don't need this disease, not right now...
Let's pretend we never met, let's pretend we're on our own...
Y eso por no hablar de I'm not OK, Always on my mind, It's the end of the world as we know it, My brown eyed girl, Only happy when it rains, So lonely, Free to decide, Lola (ah no, perdón, esa no), o incluso:
I have decided to leave you forever
I have decided to start things from here
Thunder and lightning won't change what I'm feeling
And the daffodils look lovely today
Es tan cierto eso de las canciones que parecen entrometerse en nuestras historias... a veces ayudan y a veces no tanto. Pero bueno, por lo menos no queda solo silencio.
ResponderEliminarSiempre agradable pasar a visitarlo.
Saludos!
Hay unas cuantas coincidencias curiosas, así que elige las que más te convengan y ya sabes, daffodils look lovely today.
ResponderEliminarmientras no sea stephin merritt quien te habla ten la tranquilidad de que por lo menos estás cuerdo.
ResponderEliminarBájate toda la discografía de Deva Premal, ya verás como te es imposible asociarlo con nada y tu mente se relajará, te transportará a un mundo lleno de sensaciones oníricas, donde todo es paz y armonía....y entonces, por sorpresa, sentirás la imperiosa necesidad de pisotear tu iPod con furia y arrojarlo por la ventana jurando odio eterno a los yoguis,jaja.
ResponderEliminarMe alegra ver que sigues con el blog. Yo, incondicional, eh.
Beso, Inma :)
Srta. Sinsentido: La música es y será siempre maravillosa e imprescindible para la vida, evoque lo que evoque.
ResponderEliminarSiempre un placer recibir su visita!
Timeshock: Elegir... si lo viera igual de fácil que lo ves tú (que lo veis muchos) sé perfectamente dónde y cómo estaría... no sé si llegaré al mismo destino pero por un camino más largo, o por el contrario me desviaré por otro más pedregoso... insisto en que estoy más confundido que de costumbre, ya me sabréis disculpar.
Abrazo gigante.
Charlie: Jajajaja! no las tengo todas conmigo, pero el Sr. Merritt aún no ha tenido a bien dedicarme unas palabras, no :D .
Inma: Jajajaja! me pongo a ello, Inma; desde hace un tiempo tengo tus recomendaciones musicales por pequeñas joyas que, en la mayoría de los casos, me han llevado a deliciosas sorpresas! (aunque sospecho que en este caso sólo me servirá de desahogo emocional :P ).
Gracias por estar ahí.
Muchos besos!