"Cerrar podrá mis ojos la postrera
Sombra que me llevare el blanco día,
Y podrá desatar esta alma mía
Hora a su afán ansioso lisonjera;
Mas no, de esotra parte, en la ribera,
Dejará la memoria, en donde ardía:
Nadar sabe mi llama el agua fría,
Y perder el respeto a ley severa.
Alma a quien todo un dios prisión ha sido,
Venas que humor a tanto fuego han dado,
Medulas que han gloriosamente ardido:
Su cuerpo dejará no su cuidado;
Serán ceniza, mas tendrá sentido;
Polvo serán, mas polvo enamorado."
¿No sabíais que Quevedo escribía poesía amorosa?
¿Ni que un tío tan patológicamente cínico podía poneros los pelos como escarpias?
Pues ahora ya lo sabéis.
Vaya vacaciones que te has pegado. Qué bueno verte de nuevo por aquí... ¡y tan romántico! Un beso
ResponderEliminar¡Gracias! (¡yo no! ha sido Quevedo... :P) Mil besos, guapa.
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