viernes, 21 de enero de 2011

What if you slept?

What if you slept?
And what if, in your sleep, you dreamed?
And what if, in your dream, you went to heaven and there plucked a strange and beautiful flower?
And what if, when you awoke, you had the flower in your hand?
Ah, what then?

Coleridge anhelaba una flor de ensueño, algo imposible de obtener; finalmente pregunta con cierto aire de abatimiento, "entonces qué?". ¿Qué pasa cuando se logra alcanzar lo imposible? ¿el mayor de tus anhelos?

No sé si es lo que implicaba Coleridge con este delicioso poema romántico, pero creo que se puede extraer la lectura de que la persecución de un objetivo es mejor combustible que su consecución.

Es curioso como, en muchas ocasiones, la satisfacción es mayor cuando se busca algo que cuando se consigue. Es una sensación mucho más duradera y creciente, la del éxito, por el contrario, es efímera y tiende a disminuir rápidamente con el paso del tiempo, lo que nos lleva a buscar una nueva meta que nos mantenga en marcha.

Y esto me lleva a acordarme de los 90, cuando se grababan cintas que os currabais durante meses porque algunas canciones no había dónde encontrarlas, pero al final te buscabas la vida y se lograba y, más mal que bien, tenías tu cinta-collage.

O los juegos de ordenador, a los que jugabas durante meses porque te había costado horrores conseguirlo.

Ahora un click de ratón nos trae las discografías completas de varios grupos que posiblemente nunca lleguemos a escuchar, películas que no llegaremos a ver y juegos a los que no llegaremos a jugar más que unas pocas horas...

Quizás todo va demasiado deprisa.

Espero ansioso el premio a la Mayor Divagación Errática y Caótica, Edición 2011.

1 comentario:

  1. Opino igual, y añadiría que para mí el mundo va ahora demasiado rápido, sí.


    Fdo.: monttse

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