miércoles, 7 de marzo de 2012

Tucacas

Siempre he pensado que en España les ponemos a los negocios el primer nombre que se nos pasa por la cabeza.

Hace no mucho, volviendo en coche a mi casa, me paré en un semáforo, como dictan las normas, y al girar la cabeza hacia la izquierda, vi lo siguiente:




Pensativo, conduje hasta casa preguntándome por qué alguien habría considerado una buena idea llamar "Tucacas" a una papelería-librería.

"Tucacas" se puede traducir de inmediato por "Tuculo", y ese no parece el tipo de nombre que uno le querría poner a su negocio.

A nadie le gusta que la gente vaya a "Tuculo" a comprar nada, como es normal, y tampoco parece la respuesta adecuada cuando te pregunten que dónde has comprado el papel milimetrado.

Me recuerda un poco a un video de Jackass en el que los tipos se iban a un vecindario de Greenwich, en Connecticut, llamado Mianus (que en inglés se pronuncia exactamente igual que "mi ano"), y se dedicaban a hablar con los lugareños, dando lugar a jocosas situaciones como:

-¿Usted no vive en mi ano?
-¡Mirad! ¡hay una depuradora en mi ano!
-¿En serio? ¿Mel Gibson tiene una casa en mi ano?




Y aún diré más: si hacéis click en la primera foto (la de "Tucacas" no la de "Mianus") y la ampliáis, veréis que en el escaparate hay un expositor de cuadernos.

¿Marca? Parramón.

También da un juego estupendo:

-Por favor, deme un cuaderno Parramón.
-¿Pa quién?
-Parramón,
-Etc.

Creo que algún día me compraré un cuaderno Parramón en Tucacas. Os mantendré informados.

domingo, 4 de marzo de 2012

Usa protector solar

Damas y caballeros de la promoción del 97:

Usad protector solar.

Si sólo pudiera ofreceros un consejo para el futuro, sería este: usad protector solar. Los beneficios a largo plazo del protector solar han sido demostrados científicamente, mientras que el resto de mis consejos no tienen ninguna base fiable más allá de mi propia y sinuosa experiencia. He aquí mi consejo.

Disfruta de la fuerza y belleza de tu juventud. Bueno, es igual. No entenderás la fuerza y belleza de tu juventud hasta que no se hayan desvanecido. Pero créeme, en 20 años mirarás tus fotos antiguas y recordarás, de una forma que ahora no puedes captar, cuánto potencial tenías frente a ti y lo fantástico que estabas en realidad. No estás tan gordo como piensas.

No te preocupes por el futuro. O preocúpate, pero sé consciente de que preocuparse es tan efectivo como intentar resolver una ecuación algebráica a base de mascar chicle. Lo más probable es que los auténticos problemas de tu vida sean cosas que nunca se te habían pasado por la cabeza, de esas que te pillan por sorpresa un martes cualquiera a las 4 de la tarde.

Una vez al día haz algo que te dé miedo.

Canta.

No juegues con los corazones de otras personas. No toleres que nadie juegue con el tuyo.

Usa hilo dental.

No malgastes el tiempo con envidias, a veces vas por delante, a veces vas por detrás. La carrera es larga y, al final, es sólo contra ti mismo.

Recuerda los cumplidos que recibas. Olvida los insultos. Si consigues hacer esto, cuéntame cómo.

Conserva tus antiguas cartas de amor. Tira los recibos viejos del banco.

Estira.

No te sientas culpable si no sabes qué quieres hacer con tu vida. La gente más interesante que conozco no sabía qué quería hacer con su vida cuando tenían 22 años. Algunas de las personas de 40 años más interesantes que conozco aún no lo saben.

Toma mucho calcio. Cuida tus rodillas. Las echarás de menos cuando te fallen.

Puede que te cases, puede que no. Puede que tengas hijos, puede que no. Puede que te divorcies a los 40, puede que bailes el Funky Chicken en tu 75 aniversario de boda. Hagas lo que hagas, no te felicites demasiado, ni tampoco te lo recrimines. Tus decisiones son azar en un 50%. Como también lo son las de los demás.

Disfruta de tu cuerpo. Úsalo de todas las formas que puedas. No le tengas miedo, ni temas a lo que otros piensen de él. Es la mejor herramienta que jamás poseerás.

Baila, aunque tengas que hacerlo en el salón de tu casa.

Lee las indicaciones, aunque luego no las sigas.

No leas revistas de belleza. Sólo te harán sentir feo.

Intenta conocer bien a tus padres. Nunca sabes cuándo pueden faltar. Llévate bien con tus hermanos. Son el mejor vínculo con tu pasado y los que, probablemente, seguirán contigo en el futuro.

Entiende que los amigos van y vienen, pero hay unos pocos muy preciados que debes conservar. Esfuérzate por salvar las distancias geográficas y las relacionadas con tu estilo de vida, porque, cuanto mayor eres, más necesitas a la gente que te conocía cuando eras joven.

Vive en Nueva York al menos una vez, pero márchate antes de que te endurezca. Vive en el norte de California al menos una vez, pero márchate antes de que te ablande. Viaja.

Acepta algunas verdades irrefutables: Los precios suben. Los políticos mienten. Tú también te harás mayor. Y cuando lo seas, fantasearás con que cuando eras joven los precios eran razonables, los políticos honestos y los niños respetaban a sus mayores.

Respeta a tus mayores.

No esperes que nadie te mantenga. Igual tienes un fondo fiduciario. Igual te casas con alguien con dinero. Pero nunca se sabe cuánto te va a durar cualquiera de los dos.

No hagas mucho el tonto con tu pelo, o para cuando tengas 40 parecerá el de alguien de 85.

Cuidado con los consejos que aceptas, pero sé paciente con aquellos que te los dan. Los consejos son una forma de nostalgia. Dispensarlos es como rescatar el pasado del cubo de la basura, limpiarlo, pintar las partes estropeadas y reciclarlo dándole más valor del que tiene.

Pero hazme caso con lo del protector solar.